Los voceros del movimiento ciudadano valdiviano Acción por Los Cisnes realizaron un balance del conflicto ambiental del río Cruces y la grave contaminación que sufre el santuario de la naturaleza atribuidas a las descargas de la planta de celulosa Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución (CELCO) y criticaron duramente el accionar de los distintos actores públicos y privados involucrados en la crisis.
Para los integrantes de la agrupación ciudadana, más allá de la culpabilidad de Celco en la destrucción del santuario, comprobada científicamente por un estudio encargado por la CONAMA a la Universidad Austral, el rol del gobierno y sus instituciones ha sido incompetente.
DURO JUICIO A COREMA
La socióloga Claudia Sepúlveda realizó un duro juicio a las acciones de la Corporación Regional del Medio Ambiente de la décima región, Corema. A su juicio, la entidad gubernamental estuvo a pasos de consolidar un giro histórico a la política ambiental de la Concertación, cuando en mayo de 2005, luego del estudio de la UACH, “casi” decretó el nuevo Estudio de Impacto Ambiental para la planta. “Pero el poder y la influencia de Angelini pudo más”, sostuvo.
En tanto, José Araya destacó la “enorme incompetencia” con que actuó la autoridad ambiental. El vocero recalcó que las leyes deben ser mejoradas y que las instituciones deben contar con personal más calificado con el objeto de proteger los recursos naturales y el medio ambiente.
“Las instituciones actuaron tarde y cuando lo hicieron pensaban más en la empresa que en los intereses de la comunidad”, dijo.
GOBIERNO SIN ARGUMENTOS
Los voceros expresaron además una dura crítica al rol jugado por el gobierno a lo largo del conflicto ambiental. Según Claudia Sepúlveda, el presidente Lagos y el intendente Vives terminan su gestión con una nula capacidad de respuesta a la demanda de la ciudadanía valdiviana.
“Una vez que aceptaron blindar a la empresa, lo que además le permitía al gobierno no reconocer su propia responsabilidad, se quedaron sin argumentos. En privado, están de acuerdo con los ciudadanos y con que la planta está operando ilegalmente. Pero su política es no dejarse torcer la mano y continuar con el plan acordado con Angelini que es el ducto al mar”, aseguró la vocera.
“Este blindaje exclusivamente político explica que el Intendente simplemente deba mentir, como cuando declaró que no había dioxinas en los riles de la planta o, más recientemente, que el Santuario se está recuperando”, explicó.
ALCALDE BERGER
Respecto a los actores locales del conflicto, los voceros expresaron su malestar con el alcalde Berger. “Ha sido de nulo a bochornoso. Pretendió desde un comienzo lavarse las manos y evitar involucrarse. Sin embargo, en la etapa más álgida del conflicto, debió reconocer públicamente que apoyaba a la empresa”, señaló Sepúlveda.
La socióloga recordó que su discurso más reciente es cien por ciento coherente con los planes de la empresa, que es mostrar un santuario “maquillado” para la llegada de turistas. “O sea, ojala se importen cisnes para que pasen el verano en Valdivia”, agregó.
“Una estupidez más de Celco es querer hacer criaderos artificiales de cisnes para devolver el ave emblemática de Valdivia. ¡No tienen hogar seguro ni comida ¿para qué sobrecargar más el sistema?.Y lo siguen contaminando!”, aseguró por su parte el veterinario Daniel Boroschek.
UNIVERSIDAD AUSTRAL ROL ETICO
Para la Universidad Austral, Claudia Sepúlveda mostró elogios. La vocera aseguró que el rol jugado por los científicos y expertos resultó “notable”, considerando la forma en que se comportaron sus colegas de la Universidad Católica y de la Universidad de Concepción. “El informe final de la UACH y la forma en que sus investigadores lo han defendido muestra no sólo solidez científica, sino también mucha valentía, valor que no abunda”, señaló.
CIUDADANIA VALDIVIANA NOTABLE
Para José Araya, la ciudadanía activa de Valdivia fue un actor relevante para detonar un debate que modificará la actual institucionalidad ambiental inspirando, de paso, la consolidación de otros grupos con conciencia ciudadana.
El vocero agregó que para la comunidad valdiviana aún queda el desafío de exigir y apoyar las condiciones de restauración del santuario de la naturaleza con la seguridad de que no existirán efectos negativos para la salud humana.
“En primer lugar, ello significa parar la fuente de contaminación. Hoy el río Cruces sigue recibiendo desechos tóxicos y no tenemos un santuario con su vegetación que actuó de barrera para la ciudad de Valdivia. Hoy el santuario acumula más contaminación, llega por el río a la ciudad y agudiza los problemas que ya provocado al turismo, a las comunidades ribereñas y a la salud de la población. Una mejor fuente para el desarrollo futuro de Valdivia es un santuario restaurado y sus ríos limpios”, recalcó el vocero. "Celco es un símbolo de la desigualdad. Es una empresa que genera millones de dólares en ganancias y nosotros nos quedamos con los cisnes muertos y cientos de familias que están perdiendo sus fuentes de trabajo por la contaminación. El año que viene será fundamental para impulsar estos cambios", agregó.
Para los integrantes de la agrupación ciudadana, más allá de la culpabilidad de Celco en la destrucción del santuario, comprobada científicamente por un estudio encargado por la CONAMA a la Universidad Austral, el rol del gobierno y sus instituciones ha sido incompetente.
DURO JUICIO A COREMA
La socióloga Claudia Sepúlveda realizó un duro juicio a las acciones de la Corporación Regional del Medio Ambiente de la décima región, Corema. A su juicio, la entidad gubernamental estuvo a pasos de consolidar un giro histórico a la política ambiental de la Concertación, cuando en mayo de 2005, luego del estudio de la UACH, “casi” decretó el nuevo Estudio de Impacto Ambiental para la planta. “Pero el poder y la influencia de Angelini pudo más”, sostuvo.
En tanto, José Araya destacó la “enorme incompetencia” con que actuó la autoridad ambiental. El vocero recalcó que las leyes deben ser mejoradas y que las instituciones deben contar con personal más calificado con el objeto de proteger los recursos naturales y el medio ambiente.
“Las instituciones actuaron tarde y cuando lo hicieron pensaban más en la empresa que en los intereses de la comunidad”, dijo.
GOBIERNO SIN ARGUMENTOS
Los voceros expresaron además una dura crítica al rol jugado por el gobierno a lo largo del conflicto ambiental. Según Claudia Sepúlveda, el presidente Lagos y el intendente Vives terminan su gestión con una nula capacidad de respuesta a la demanda de la ciudadanía valdiviana.
“Una vez que aceptaron blindar a la empresa, lo que además le permitía al gobierno no reconocer su propia responsabilidad, se quedaron sin argumentos. En privado, están de acuerdo con los ciudadanos y con que la planta está operando ilegalmente. Pero su política es no dejarse torcer la mano y continuar con el plan acordado con Angelini que es el ducto al mar”, aseguró la vocera.
“Este blindaje exclusivamente político explica que el Intendente simplemente deba mentir, como cuando declaró que no había dioxinas en los riles de la planta o, más recientemente, que el Santuario se está recuperando”, explicó.
ALCALDE BERGER
Respecto a los actores locales del conflicto, los voceros expresaron su malestar con el alcalde Berger. “Ha sido de nulo a bochornoso. Pretendió desde un comienzo lavarse las manos y evitar involucrarse. Sin embargo, en la etapa más álgida del conflicto, debió reconocer públicamente que apoyaba a la empresa”, señaló Sepúlveda.
La socióloga recordó que su discurso más reciente es cien por ciento coherente con los planes de la empresa, que es mostrar un santuario “maquillado” para la llegada de turistas. “O sea, ojala se importen cisnes para que pasen el verano en Valdivia”, agregó.
“Una estupidez más de Celco es querer hacer criaderos artificiales de cisnes para devolver el ave emblemática de Valdivia. ¡No tienen hogar seguro ni comida ¿para qué sobrecargar más el sistema?.Y lo siguen contaminando!”, aseguró por su parte el veterinario Daniel Boroschek.
UNIVERSIDAD AUSTRAL ROL ETICO
Para la Universidad Austral, Claudia Sepúlveda mostró elogios. La vocera aseguró que el rol jugado por los científicos y expertos resultó “notable”, considerando la forma en que se comportaron sus colegas de la Universidad Católica y de la Universidad de Concepción. “El informe final de la UACH y la forma en que sus investigadores lo han defendido muestra no sólo solidez científica, sino también mucha valentía, valor que no abunda”, señaló.
CIUDADANIA VALDIVIANA NOTABLE
Para José Araya, la ciudadanía activa de Valdivia fue un actor relevante para detonar un debate que modificará la actual institucionalidad ambiental inspirando, de paso, la consolidación de otros grupos con conciencia ciudadana.
El vocero agregó que para la comunidad valdiviana aún queda el desafío de exigir y apoyar las condiciones de restauración del santuario de la naturaleza con la seguridad de que no existirán efectos negativos para la salud humana.
“En primer lugar, ello significa parar la fuente de contaminación. Hoy el río Cruces sigue recibiendo desechos tóxicos y no tenemos un santuario con su vegetación que actuó de barrera para la ciudad de Valdivia. Hoy el santuario acumula más contaminación, llega por el río a la ciudad y agudiza los problemas que ya provocado al turismo, a las comunidades ribereñas y a la salud de la población. Una mejor fuente para el desarrollo futuro de Valdivia es un santuario restaurado y sus ríos limpios”, recalcó el vocero. "Celco es un símbolo de la desigualdad. Es una empresa que genera millones de dólares en ganancias y nosotros nos quedamos con los cisnes muertos y cientos de familias que están perdiendo sus fuentes de trabajo por la contaminación. El año que viene será fundamental para impulsar estos cambios", agregó.