Parlamentario, junto a Pedro Leiva, presidente de AVAT, llamó a "luchar activamente contra la cultura de la cobardía, y enfrentar responsabilidades legales de los accidentes".
Un enfático llamado "a denunciar a los conductores de vehículos motorizados que luego de participar en accidentes de tránsito, especialmente atropellos que han terminado en su gran mayoría con resultado de muerte o de lesiones" realizó el senador Alejandro Navarro, quien dijo que "la ciudadanía debe luchar activamente contra la cultura de la cobardía y enfrentar las responsabilidades legales de esos accidentes, que además muchas veces afectan doblemente a las familias de las víctimas, por el daño moral y el daño económico que les generan".
El parlamentario señaló, junto a Pedro Leiva, presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito, que "casi en el 50% de los casos de fuga que ocurrieron el 2007 los conductores de vehículos motorizados implicados en casos de atropello con resultado de muerte o lesiones, se dieron a la fuga, lo que provoca la más total y absoluta impunidad de tránsito en estos casos".
Navarro indicó que "esta información es oficial, pues la propia Secretaría General de la Dirección Nacional de Carabineros de Chile la que nos ha informado, a partir de un requerimiento nuestro, que de un total general de 1.290 accidentes de tránsito reportados a Carabineros en todo el país durante el año pasado, en 595 casos el vehículo causante no es identificado".
El legislador dijo que "los datos de Carabineros son elocuentes. Por ejemplo en la Región Metropolitana, durante el mismo período, en los 637 atropellos con resultado de muerte o lesiones, los conductores huyeron en 290 de los casos, casi la mitad. En la VIII región, de 99 accidentes huyeron 57 conductores, lo que constituye casi el 60% de los casos. En la V región, de 107 accidentes, huyeron 84 conductores, lo que equivale al 80% de los casos. En la Región de los Ríos y de los Lagos, las fugas son del orden del 90% y 75% de los casos respectivamente, es decir, son pan de dada día".
"Este asunto -agregó- es especialmente grave pues cuando el autor del atropello no es identificado, la víctima queda sin nadie a quien demandar por los daños y perjuicios. Pero peor, como no se sabe la patente del vehículo, entonces tampoco se puede cobrar el Seguro Obligatorio de Accidentes Personales, cuya suma de 300 UF queda en manos de la aseguradora y no de la víctima. Este seguro es importantísimo, pues permite financiar tratamientos médicos, terapias, prótesis, rehabilitación, e incluso implica un seguro por muerte. Pero en caso de fuga, hay total indefensión da la víctima, que queda sin seguro y sin indemnización".
Por su parte Pedro Leiva recordó que "la AVAT emprendió una campaña denominada "Se Testigo", la que busca concientizar a la ciudadanía en su rol fiscalizador y solidario. Por eso queremos apelar a los conductores para que enfrenten con valentía su responsabilidad. Escapar no es la solución. Hoy el sistema penal garantiza salidas alternativas, reemplazos de pena por acuerdos reparatorios. Aunque si son hallados culpables, las cosas pueden endurecerse. Escapar jamás ha siso un buen negocio, y eso AVAT lo probó con el caso de Patricio Ortiz". (anexo).
El dirigente de la AVAT recordó que "existe un proyecto de ley en la Cámara de Diputados que lleva más de 5 años, sobre la creación de un Fondo Solidario para los casos de fuga, en los que por no haber testigos, no hay pago de los Seguros de Accidentes, pero se ha mantenido detenido en el Congreso, sin movimiento alguno".
Finalmente el senador Navarro señaló que presentará "una iniciativa legal para perfeccionar los anteriores proyectos de ley sobre Fondo Solidario para accidentes de tránsito, y elevaremos las penas en caso de fuga, no permitiendo el reemplazo de la pena por acuerdos reparatorios cuando escape el responsable. Pena efectiva es lo que merece este hecho deplorable, que no sólo habla mal de su condición de conductor, sino también como persona".
ANEXO: CASOS APORTADOS POR LA AVAT:
I.- Un caso que ejemplifica esto, es el de doña María Barrientos Esquivel, quien falleció en diciembre de 2007, atropellada por una micro del Transantiago, y donde iban más de 40 personas dentro del bus. Marcos Orellana, su esposo, señaló que ninguna de estas personas dio testimonio ante tribunales de los hechos. No obstante, igual bajaron del bus a ver el cuerpo inerte de su esposa.
II.- Leiva pone también como ejemplo el caso de doña Paola Retamal Castillo. "Esta joven de 27 años, sufrió un accidente el 11 de mayo de 2007, a las 18:30 en la esquina de las calles Manuel Rodríguez y Compañía, comuna de Santiago. En ese momento Paola se desempeñaba como monitora de Transantiago, en los buses expreso a Puente Alto. Mientras realizaba el conteo de pasajeros, el bus se puso en marcha con las puertas abiertas y fue golpeada por ellas. Paola cayó al suelo y producto del golpe fue hospitalizada con una contusión grave al lado izquierdo de su cabeza. Al ser dada de alta siguió con su trabajo, se contactó con la empresa y el seguro para que le ayudaran a costear los gastos de accidente, pero no le dieron ninguna solución a su problema. Actualmente, Paola sigue presentando fuertes dolores de cabeza y mareos, pero al encontrarse cesante no puede costear nuevos gastos médicos".
"No hubo testigos de los hechos. Nadie se animó a señalar a los responsables. Nadie la ayudó. La razón de esta campaña es hacer conciencia de los deberes ciudadanos, de no dejar al prójimo desamparado, solo ante un accidente. Todos tenemos responsabilidad", finalizó Leiva.
III.- Otro caso es el de Luis Emilio Escobar Muñoz, joven trabajador de 25 años, iba caminando acompañando y protegiendo a su madre Laura Angélica Muñoz Aguilera, de 46 años, el día 12 diciembre de 2006, a las 21: 45 PM, por Nataniel Cox con Tarapacá, camino a su casa, ubicada en la comuna de La Florida, paradero 24 de Vicuña Mackenna. Atravesaron con verde desde Nataniel Cox, para cruzar Tarapacá (hacia la Alameda). De pronto pasa una micro de la línea 184, que transita desde Nataniel a Tarapacá, yendo hacia el oeste. Luis Emilio estaba a la mano derecha de su madre, cuando la micro lo golpeó cuando iban a subir a la vereda. Como había luz verde, tanto los peatones como la micro podían cruzar, pero los peatones tenían la preferencia. El viraje fue tan estrecho que la máquina lo arrolló. El caso es extremadamente dramático, pues "el joven se levantó y le dijo a su madre que estaba bien, pero inmediatamente se desvaneció y falleció en el instante, ante los gritos desesperados de su madre en la esquina señalada, lo que dio la alerta de los peatones que a esa hora circulaba en el lugar", relató el Presidente de la AVAT.
Para Leiva, la muerte de Luis destruyó a su madre, pues "estamos hablando de un joven lleno de vida, que trabajaba para estudiar pues tenía congelada la carrera de Contabilidad en el DUOC, por razones económicas. Para rematar, no hay testigos del accidente, sólo el cuerpo occiso de Luis Emilio reclamando justicia".
Para Leiva "la sangre de Emilio clama justicia, y su mano señala indignada la impunidad en la que tienen sumido este caso, tanto el fiscal de la causa, que no ha hecho ninguna gestión eficiente para encontrar al culpable, como el Ministerio de Transportes, al cual la madre de Luis a recurrido insistentemente para que le den la lista de choferes o de buses, sin recibir respuesta alguna".
IV.- Un último caso es el de Patricio Oriel Ortiz Béjar, quien falleció a los 26 años, el lunes 07 de enero de 2008, a las 22:30 horas, en Macul esquina Eduardo Castillo Velasco, comuna de Ñuñoa, Santiago. Salía de la Universidad UTEM , con dos amigos, cuando una camioneta doble cabina, Toyota Hilux Blanca, Turbo Diesel lo arrolló a exceso de velocidad, lo que causó su muerte instantánea. El chofer del vehículo se dio a la fuga, por lo que la familia no tiene cómo hacer justicia. Gracias a la Campaña Se Testigo de la AVAT, se logró encontrar al culpable, quien está por indemnizar la muerte de Patricio.