Senador Navarro, insistió en su rechazo a "legislatura express":
Parlamentario, presidente de la Comisión de Educación, dijo que "los problemas que arrastra la educación pública desde hace décadas no se resuelven con el plazo de tramitación anunciado por Viera-Gallo, que en la práctica son sólo cinco días".
Su total desacuerdo y rechazo a la decisión gubernamental anunciada por el ministro José Viera-Gallo respecto a poner urgencia simple a la LEGE, que establece un plazo máximo de 30 días de tramitación, manifestó el senador Alejandro Navarro presidente de la Comisión de Educación quien dijo que "además es un plazo mentiroso, porque para cumplir con él habría que discutir dos semanas e informar a la sala en la tercera, porque la última semana es regional. Si la comisión sesiona dos veces a la semana, lo que tenemos entonces, en la pràctica, es una discusión de cinco días, cuatro en comisión y una en sala".
El parlamentario dijo que "nadie puede creer que en un mes podremos conocer en detalle, analizar y proponer las mejoras que los graves problemas de la educación pública chilena tiene, que arrastra por décadas, y legislar en consecuencia. Además de eso, es lamentable tener que enterarse por los medios de lo que piensa el gobierno sobre la tramitación de la LEGE. Pese a ser el presidente de la Comisión no he recibido ni un llamado, ni un correo electrónico de parte de la ministra Jiménez ni de Viera-Gallo y menos he sido invitado a alguna reunión sobre esto. Me imagino que para ellos es más cómodo interlocutar con Núñez, Ruiz-Esquide o Chadwick, que con Cantero o conmigo que hemos manifestado públicamente nuestros reparos al texto del proyecto. Tendremos que preguntarles a ellos que piensa hacer el gobierno en el Senado".
Navarro dijo que "aquí se insiste en quere batir el record de velocidad en la tramitación de la ley más importante del país, especialmente para los ciudadanos del mañana, cuando el punto no es si se aprueba más rápidamente o no, sino si es una buena o mala ley, y hasta ahora, yo tengo la impresión de que esta es una propuesta de ley deficiente. Además, se ha querido construir un mito sobre que no aprobar esta ley bajo la fórmula express significa quedarse con la LOCE. Durante 18 años hemos tenido la LOCE y nunca vi a nadie con esta desesperación que se aprecia hoy por derogarla. Ojalá esta premura por cambiar la última ley de la dictadura existiera para cambiar la Constitución que Pinochet también nos heredó".
"Además -prosiguió- esa dicotomía de elegir entre LOCE o LEGE no es cierta, porque aunque la LEGE se aprobara mañana, la LOCE no se derogará, pues todas aquellas normas que contiene respecto de la educación superior seguirán vigentes, tal como se reconoce en el mensaje y en el texto de la LEGE. Lo mismo ocurrirá con la educación municipalizada que la LEGE tampoco contempla, ya que para ello se requeriría introducir cambios a la ley orgánica de municipalidades, lo que no hace. Mientras no se aborden estos temas esta no será una ley marco de educación. Por último también el gobierno debiera precisar si el anunciado proyecto sobre educación pública, comprometido en un protocolo, reformará la LEGE en esa materia o no".
El legislador del PS, reiteró su decisión de "legislar como corresponde, escuchando a los actores, buscando perfeccionar la ley, haciendo valer el derecho constitucional del Congreso para legislar bien y no sólo ser un buzón, porque si es para eso mejor lo cerramos. Y si ejercer el cargo de presidente de la Comisión tampoco vale nada, bueno evaluaremos que decisiones tomar al respecto, porque la gente, por lo menos a mi, no me eligió para votar proyectos con los ojos y la boca cerrada. Como he dicho, no me pondré de rodillas por ninguna presión, ni por ningún cargo".