Frase de la Semana

“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos.”.

martes, febrero 28, 2006

Sexta Noche De Festival De Viña Del Mar 2006.

La melancólica despedida del 13

El blanco y el negro tomándose el escenario… algo así como la lucha entre el bien y el mal, todo amenizado con el tema central de la próxima teleserie de Canal 13 “Descarado”… y los actores ahí, estáticos, como pidiendo disculpas (aunque no sé si es peor eso que verlos bailando), mirando a la gente como tratando de decirle “perdón, pero me obligaron”. Es probablemente la última oportunidad que tiene UC-TV de promover su telenovela en tan impresionante plataforma… y hay que aprovecharla. Y aparecen los animadores de la última noche del último Festival de Viña transmitido por esta estación… y están melancólicos. Sergio Lagos se dedica a explicar cuánta gente trabaja para “poner el Festival en sus pantallas… y el increíble esfuerzo humano y técnico que esto implica”, mientras Myriam prácticamente se despide del Monstruo y agradece la maravillosa oportunidad de haber estado 25 noches como animadora del evento.

Veo a los escoceses Franz Ferdinand y me doy cuenta de lo increíblemente alejados que estamos del pop-rock internacional… porque tuvimos que esperar que llegaran a Chile a talonear a los irlandeses U2 para percatarnos de su existencia, hablando obviamente en la televisión, porque entre sus adolescentes fans está claro que ya existían hace rato. Y en sólo minutos la gente se da cuenta de lo bien que suenan… y aunque sólo tienen en Chile un par de temas conocidos, el público reconoce rápido un tremendo show… y aunque no tengan idea de lo que significan, se llevan dos Atorchas y una Gaviota, con bastante más humildad y buena onda que cualquier grupo anglo que haya pasado por Viña 2006.

Y después de un David DeMaría meloso (que trata al público de sabio e inteligente) y que, a pesar de sus hits ultra radiales no logra calentar demasiado la noche, llega la euforia a este cierre festivalero.







Algo le pasa al pueblo chileno con la figura curagüilla y misteriosa del artista circense Ruperto. Su humor es simple, básico, más bien obvio, pero es un humor limpio… y la gente se encariña con este personaje que “irrumpe” en el escenario de la Quinta supuestamente por equivocación y que logra un diálogo rápido y divertido con Sergio Lagos. Y aunque al principio suena teatral, el trabajo del animador termina siendo tan importante como el del borrachito, por eso Christian Henríquez (su verdadero nombre) le ofrece que compartan la gaviota. Y finalmente se emociona y nos emocionamos todos con él, porque es un hombre sencillo, esforzado y sobre todo, muy simpático… Ruperto será recordado como uno de los hitos de Viña 2006.

Y qué mejor que terminar bailando, gozando, demostrando lo tiesos que somos para la cumbia y todos esos ritmos caribeños… La Gran Sonora de Chile cierra la noche enfiestando a la Quinta Vergara con esa música que yo no soporto ni para los Años Nuevos, pero que sí bailaría en la galucha.

La última noche será recordada como una velada diferente… una velada en la que Myriam le pidió a la gente que hiciera la ola y le respondió que no… la velada en que Lagos se salió completamente de protocolo (más que otros días aún) y, después de entregar la Gaviota a Ruperto le dijo: “y sin sonopronter, hue…, se fue a la chu… la hue…”.








Pero sobre todo, será recordada como una velada emocionante, intensa… la velada en que el Monstruo cambió de la risa al llanto en sólo segundos.