Tras 18 temporadas, en las que jugó tres mundiales y vistió las camisetas de Inter de Milán, Lazio y Atlético de Madrid, el volante de quite se retiró este viernes jugando por el equipo de sus amores: Racing Club de Avellaneda.
El 28 de abril de 1970, nació en Buenos Aires un niño que iba a ser grande, muy grande. Ya desde chico comenzó a mostrar en las inferiores de Vélez Sarsfield que sería distinto, se trataba de Diego Pablo Simeone.
Su despliegue y garra, sumado a una excelente lectura de medio campo, le dieron la chance de integrar la selecta lista de esos jóvenes precoces que debutaron en el fútbol argentino cuando aún eran adolescentes: el 13 de Septiembre de 1987, a los 17 años, ingresó para el equipo de Liniers en un partido que su equipo perdió como visitante ante Gimnasia de La Plata por 2-1.
Pese a la derrota en el día que el mundo futbolístico conoció su nombre, su camino estaría repleto de victorias, de títulos, de grandes partidos, de anécdotas, de frases y de récords, según relató la agencia informativa Infobae.
Luego de tres temporadas en donde rápidamente se consolido como titular del conjunto velezano, superó la barrera del fútbol trasandino y recaló en Italia, unas de las ligas más competitivas del planeta fútbol.
Si bien Pisa le abrió las puertas y constituyó su llegada a Europa, dio su gran paso a los 22 años, cuando luego de dos temporadas en la península itálica, pasó a Sevilla de España, equipo en donde jugaba Diego Maradona y dirigía Carlos Bilardo, dos campeones del Mundo.
Paralelamente con su ascendente carrera a nivel equipos, Simeone fue forjando una gran trayectoria en la selección argentina, talvez la mejor de todos sus compatriotas. El "Cholo" es el jugador que más presencias tiene en el conjunto albiceleste, ya que disputó 106 partidos en las 14 temporadas que vistió la celeste y blanca. Además jugó tres Mundiales, el de los Estados Unidos 1994, el de Francia 1998 y el de Japón-Corea del Sur 2002, y marcó 11 goles.
Una condición que lo enalta aún más es que es uno de los pocos jugadores post México 86, que tiene títulos con Argentina. De la mano de un gran equipo dirigido por Alfio Basile, se consagró en las Copa América de Chile y Ecuador, en 1991 y 1993.
Dejando los gloriosos párrafos aparte, Simeone demostró su jerarquía en Sevilla y pasó a un grande de la capital española. Atlético de Madrid lo incorporó a su plantel en 1994 y allí se consagraría. Con los "colchoneros" ganó en 1996, uno de sus mejores años, la Liga y la Copa del Rey. Además esa temporada fue finalista de los Juegos Olímpicos de Atlanta con la selección argentina que dirigía Daniel Passarella.
En 1997, y tras dos años que los hinchas de Atlético no olvidarán jamás, ya que lo consagraron como un ídolo, regresó a Italia, pero está vez a uno de los más poderosos, Inter de Milan. Allí ganó la Copa UEFA en 1998, obteniendo su primer torneo de equipos a nivel continental en compañía del atacante chileno Iván Luis Zamorano.
Ese mismo año, surgiría de sus palabras una frase muy recordada: "Hay que salir a jugar con el cuchillo entre los dientes", declaró antes del último partido de las clasificatorias para Francia 1998 ante Uruguay, cuando el conjunto albiceleste ya estaba clasificado y el charrúa necesitaba un empate.
El Mundial del año siguiente arrojó su anécdota más famosa, cuando por el encuentro de octavos de final contra Inglaterra, hizo expulsar a la estrella de los rivales y unos de los más observados del campeonato, David Beckham. Haciendo gala de su experiencia y picardía, se tiró fulminado al piso luego que el inglés le arrojara una patada a su gemelo. Fue gloria para Simeone y castigo para Beckham.
Luego llegaría su segunda temporada de éxito. El comienzo del milenio llegó con varios regalos bajó el ala. Jugando para SS Lazio ganó en 2000 cuatro títulos: la Supercopa de Europa, la Supercopa de Italia, el Scudetto (Lazio) y la Copa de Italia (Lazio), en la compañía de otro chileno: José Marcelo Salas.
Sin embargo, un año después iba a sufrir su traspié más complicado. En un partido con Lazio sufrió una lesión parcial de ligamento cruzado anterior y menisco externo de la rodilla derecha. Por este problema se perdió el partido homenaje a Diego Maradona, en 2001, cita que nadie se quería perder.
El magro torneo en Japón-Corea, en donde el equipo quedó eliminado en primera ronda, significó las últimas actuaciones del "Cholo" en la selección argentina.
Luego volvió a Atlético de Madrid y jugó dos temporadas, y ya en el fin de su carrera, Simeone quiso darse el gusto y cumplir el sueño de niño: jugar en Racing, el club de sus amores.En el conjunto de Avellaneda jugó el torneo Apertura, en donde no tuvo un gran desempeño y acordó su apresurado retiro en el Clausura, para tomar la posta como entrenador de la Academia, tras la tumultuosa y polémica salida de Fernando Quiroz.
El 28 de abril de 1970, nació en Buenos Aires un niño que iba a ser grande, muy grande. Ya desde chico comenzó a mostrar en las inferiores de Vélez Sarsfield que sería distinto, se trataba de Diego Pablo Simeone.
Su despliegue y garra, sumado a una excelente lectura de medio campo, le dieron la chance de integrar la selecta lista de esos jóvenes precoces que debutaron en el fútbol argentino cuando aún eran adolescentes: el 13 de Septiembre de 1987, a los 17 años, ingresó para el equipo de Liniers en un partido que su equipo perdió como visitante ante Gimnasia de La Plata por 2-1.
Pese a la derrota en el día que el mundo futbolístico conoció su nombre, su camino estaría repleto de victorias, de títulos, de grandes partidos, de anécdotas, de frases y de récords, según relató la agencia informativa Infobae.
Luego de tres temporadas en donde rápidamente se consolido como titular del conjunto velezano, superó la barrera del fútbol trasandino y recaló en Italia, unas de las ligas más competitivas del planeta fútbol.
Si bien Pisa le abrió las puertas y constituyó su llegada a Europa, dio su gran paso a los 22 años, cuando luego de dos temporadas en la península itálica, pasó a Sevilla de España, equipo en donde jugaba Diego Maradona y dirigía Carlos Bilardo, dos campeones del Mundo.
Paralelamente con su ascendente carrera a nivel equipos, Simeone fue forjando una gran trayectoria en la selección argentina, talvez la mejor de todos sus compatriotas. El "Cholo" es el jugador que más presencias tiene en el conjunto albiceleste, ya que disputó 106 partidos en las 14 temporadas que vistió la celeste y blanca. Además jugó tres Mundiales, el de los Estados Unidos 1994, el de Francia 1998 y el de Japón-Corea del Sur 2002, y marcó 11 goles.
Una condición que lo enalta aún más es que es uno de los pocos jugadores post México 86, que tiene títulos con Argentina. De la mano de un gran equipo dirigido por Alfio Basile, se consagró en las Copa América de Chile y Ecuador, en 1991 y 1993.
Dejando los gloriosos párrafos aparte, Simeone demostró su jerarquía en Sevilla y pasó a un grande de la capital española. Atlético de Madrid lo incorporó a su plantel en 1994 y allí se consagraría. Con los "colchoneros" ganó en 1996, uno de sus mejores años, la Liga y la Copa del Rey. Además esa temporada fue finalista de los Juegos Olímpicos de Atlanta con la selección argentina que dirigía Daniel Passarella.
En 1997, y tras dos años que los hinchas de Atlético no olvidarán jamás, ya que lo consagraron como un ídolo, regresó a Italia, pero está vez a uno de los más poderosos, Inter de Milan. Allí ganó la Copa UEFA en 1998, obteniendo su primer torneo de equipos a nivel continental en compañía del atacante chileno Iván Luis Zamorano.
Ese mismo año, surgiría de sus palabras una frase muy recordada: "Hay que salir a jugar con el cuchillo entre los dientes", declaró antes del último partido de las clasificatorias para Francia 1998 ante Uruguay, cuando el conjunto albiceleste ya estaba clasificado y el charrúa necesitaba un empate.
El Mundial del año siguiente arrojó su anécdota más famosa, cuando por el encuentro de octavos de final contra Inglaterra, hizo expulsar a la estrella de los rivales y unos de los más observados del campeonato, David Beckham. Haciendo gala de su experiencia y picardía, se tiró fulminado al piso luego que el inglés le arrojara una patada a su gemelo. Fue gloria para Simeone y castigo para Beckham.
Luego llegaría su segunda temporada de éxito. El comienzo del milenio llegó con varios regalos bajó el ala. Jugando para SS Lazio ganó en 2000 cuatro títulos: la Supercopa de Europa, la Supercopa de Italia, el Scudetto (Lazio) y la Copa de Italia (Lazio), en la compañía de otro chileno: José Marcelo Salas.
Sin embargo, un año después iba a sufrir su traspié más complicado. En un partido con Lazio sufrió una lesión parcial de ligamento cruzado anterior y menisco externo de la rodilla derecha. Por este problema se perdió el partido homenaje a Diego Maradona, en 2001, cita que nadie se quería perder.
El magro torneo en Japón-Corea, en donde el equipo quedó eliminado en primera ronda, significó las últimas actuaciones del "Cholo" en la selección argentina.
Luego volvió a Atlético de Madrid y jugó dos temporadas, y ya en el fin de su carrera, Simeone quiso darse el gusto y cumplir el sueño de niño: jugar en Racing, el club de sus amores.En el conjunto de Avellaneda jugó el torneo Apertura, en donde no tuvo un gran desempeño y acordó su apresurado retiro en el Clausura, para tomar la posta como entrenador de la Academia, tras la tumultuosa y polémica salida de Fernando Quiroz.
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