Lloran a profesora de arte fallecida en accidente

Quienes conocieron a Berta Torres Lagos, no dudaron en señalar que su trágica muerte, ocurrida la mañana del miércoles tras protagonizar un grave accidente de tránsito junto a su familia cerca de la ciudad de Linares, fue antes de tiempo. Y es que esta profesora chorera, quien ese día viajaba a Santiago para realizarse un control médico, ya había sorteado una difícil enfermedad al corazón, pero hasta hace poco estaba muy recuperada y dispuesta a seguir viviendo y educando. Sin embargo, el destino quiso otra cosa, pues la maestra no pudo sobreponerse a las graves lesiones sufridas, luego de que el auto en que se movilizaba, y el cual era conducido por su esposo, Vladimir Esparza Henríquez, de 49 años, conocido profesor de la Universidad del Bío Bío, volcara tras chocar con una señalética y posteriormente con un muro de concreto. Tras el accidente resultó también muy mal herida la hija del matrimonio, Camila, de 11 años. Según sus familiares, la pequeña ayer ya se encontraba fuera de peligro vital, pero seguía internada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Talca. En cuanto al estado de salud de Matilde Henríquez, de 69 años, madre del conductor, se informó que había sido derivada al Hospital de Linares con múltiples contusiones, fuera de riesgo. Mientras que el docente, sólo sufrió lesiones menores. Colegas consternados Los colegas de Berta Torres, quien trabajó 19 años en el Liceo Técnico Profesional Jorge Sánchez Ugarte de Barrio Norte, ayer estaban conmocionados. Tanto así, que decidieron volver de las vacaciones dieciocheras que tuvieron durante toda esta semana y comenzar a preparar su despedida. “La noticia nos golpeó muchísimo, pues la conocemos hace tantos años. Si nosotros compartimos nueve horas al día, los cinco días de la semana, por 19 años. Por lo tanto, no sólo la conocemos como profesional, sino también como persona y todos sentíamos mucho afecto por ella”, comentó el director del establecimiento educacional, Víctor Manuel Muñoz. Era tanto el cariño que sentían por esta profesora de arte, que sus pares sólo tuvieron sentidas palabras hacia ella. “Era muy alegre, con una enorme vocación. Alcanzó a pasar el último 18 con nosotros, el cual ella misma organizó y luego del viernes no la vimos más. Es una tremenda pérdida para nosotros, porque siempre luchó por nuestros derechos y el de los alumnos”, señalaron los docentes