Con lienzos alusivos al impacto económico provocado en el turismo valdiviano por la contaminación de los ríos por parte de la planta de Celulosa Arauco y Constitución (Celco) las embarcaciones ubicadas en la costanera de la ciudad iniciaron una protesta para manifestar su profunda preocupación por la crisis económica que les afecta y que terminará con la quiebra de varias empresas.
Mensajes como “Celco mata el turismo” y “Celco mata Valdivia” adornan las cubiertas de algunas naves que realizan recorridos turísticos por el estuario del río Valdivia, Calle Calle y Cau Cau y hasta hace algunos meses hasta el santuario de la Naturaleza “Carlos Anwandter”, que hoy es una ruta perdida.
Mensajes como “Celco mata el turismo” y “Celco mata Valdivia” adornan las cubiertas de algunas naves que realizan recorridos turísticos por el estuario del río Valdivia, Calle Calle y Cau Cau y hasta hace algunos meses hasta el santuario de la Naturaleza “Carlos Anwandter”, que hoy es una ruta perdida.
Según el vicepresidente del Círculo de Armadores de embarcaciones turísticas y amigos del borde fluvial de Valdivia, Víctor Herrero, este año el turismo concluirá con una baja cercana al 60 por ciento. “Eso significa que en la práctica 50 mil, 60 mil personas menos han venido a Valdivia producto del conflicto y la contaminación que tenemos, lo cual implica un desastre económico para la gente que trabaja en el turismo fluvial”, señaló.
Por su parte Jimmy Davis, empresario turístico y fluvial de la zona cuenta que ellos no han realizado ningún viaje al santuario desde que ocurrió el desastre. “Nosotros perdimos los viajes al santuario, nos fuimos a cero. A Valdivia anualmente llegan entre 95 mil y 100 personas y en este minuto nos hemos encontrado en que se ha perdido una cantidad cercana al 58% de turistas y esas pérdidas no va a recuperarse nunca más”.
CESANTÍA Y QUIEBRE DE EMPRESAS
El desempleo también es un tema que les preocupa, ya que según señalan “en la medida que el turismo se mueva se contrata a la gente por lo que en estas circunstancias no se está contratando a nadie”.
“Si el año cierra de esta manera, prácticamente la mitad de la gente que trabaja en el río va a quedar cesante. Eso es un hecho. No se financian las empresas en este minuto”, enfatizó Herrero.
Para mantener al personal, han tenido que endeudarse y conseguir préstamos, pero, según dicen, inevitablemente dentro de poco tendrán que comenzar los despidos. “Hay empresarios que no tienen ni para echarle petróleo al barco”, señaló el empresario fluvial.
Tanto Jimmy Davis como Víctor Herrero explican que todas las empresas ya estarían cerradas si no es porque tienen actividades paralelas que les permiten seguir solventando a las empresas turísticas. “De esa manera hemos podido aguantar un poco más, pero en este minuto se encuentran prácticamente todas las empresas quebradas o se mantienen en forma prácticamente rudimentaria” expresó Herrero.
A pesar del agobio económico en que quedaron sumidas las empresas turísticas, ambos dirigentes adelantaron que los empresarios valdivianos seguirán luchando por mantenerse. “En ningún caso vamos a permitir que una empresa nos aplaste, por el hecho de ser grande, nos aplaste. Nosotros vamos a dar la pelea hasta el final”, finalizó Davis.
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