Jacqueline van Rysselbergue llegó puntualmente a la cita con la recién asumida intendenta, María Soledad Tohá. La alcaldesa esperó unos minutos en el tercer piso y luego, a puerta cerrada, conversó por cerca de una hora con la representante regional. En ese lapso trataron varios de los puntos en que pretenden focalizar la atención, como las demoras en los trabajos del eje O’Higgins -tema para el que se comprometieron a buscar una fecha de término-, la prevención para catástrofes en invierno y los mecanismos de emergencia laboral. “Me parece importante poder generar una labor en conjunto. La administración de una ciudad está en manos de un municipio, pero evidentemente todas las autoridades tienen que trabajar en equipo”, manifestó la edil. Y agregó que “finalmente los temas ciudadanos no tienen colores políticos y tenemos la obligación de ponernos de acuerdo para poder funcionar”. Poderosas se vieron las caras por primera vez Alcaldesa e intendenta acordaron trabajar juntas Recordó en este sentido la satisfactoria relación que tuvo con Jaime Tohá. “Fue un buen intendente, por lo tanto (María Soledad Tohá) tiene la vara bastante alta, y no me cabe la menor duda que hará todo lo que sea necesario por tratar de sacar adelante las expectativas que ha generado”, opinó la jefa comunal. Sobre el hecho que la nueva integrante del gobierno del Bío Bío sea una fémina opinó que: “Estoy total y absolutamente convencida de que las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres. Me parece estupendo que ella esté acá, pero confío en que es por sus capacidades. Espero que le vaya bien porque así le va bien a la ciudad”.
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