Acosta, enmarañado en la seudo democracia, para muchos, que vive Venezuela, decidió poner en manos de sus muchachos la elección de quien los va a dirigir dentro de la cancha. Está claro que el hombre que se ponga el elástico en el brazo, debe tener más virtudes y responsabilidades que, incluso, partidos en el cuerpo. El seleccionador habló de tener buenas relaciones con la prensa y con él, pero eso es lo mínimo, de hecho lo deberían tener todos. La selección es un cuerpo y esas dos características son tan imprescindibles como respirar.
El punto es que el jugador que lleve la gineta, debe cumplir con requisitos un tanto más profundos. Uno de ellos es ser capaz de arengar a sus compañeros en los momentos difíciles. Que sea el intermediario, maduro, entre el equipo y los árbitros. Que no se deje calentar por cualquier motivo. Que cuente hasta diez antes de explotar ante los problemas. Que sea el representante de la nueva generación que se quiere mostrar. Un hombre que esté a la altura de las nuevas perspectivas, de las que tanto se ha hablado en este último tiempo, alguien que sea capaz de representar el cambio que busca hace tanto tiempo el fútbol nacional.
Si esta vez, de forma histórica Nelson Acosta dejó en manos de los seleccionados la elección de quien los represente, los cuide, los rete, los arengue, los guíe; es de esperar que tomen la decisión correcta. Porque no hay tiempo ni ánimo de guerras civiles ni golpes de camarín.
El punto es que el jugador que lleve la gineta, debe cumplir con requisitos un tanto más profundos. Uno de ellos es ser capaz de arengar a sus compañeros en los momentos difíciles. Que sea el intermediario, maduro, entre el equipo y los árbitros. Que no se deje calentar por cualquier motivo. Que cuente hasta diez antes de explotar ante los problemas. Que sea el representante de la nueva generación que se quiere mostrar. Un hombre que esté a la altura de las nuevas perspectivas, de las que tanto se ha hablado en este último tiempo, alguien que sea capaz de representar el cambio que busca hace tanto tiempo el fútbol nacional.
Si esta vez, de forma histórica Nelson Acosta dejó en manos de los seleccionados la elección de quien los represente, los cuide, los rete, los arengue, los guíe; es de esperar que tomen la decisión correcta. Porque no hay tiempo ni ánimo de guerras civiles ni golpes de camarín.
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