Frase de la Semana

“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos.”.

martes, septiembre 12, 2006

Sillón municipal de Talcahuano: La Mayoría decide


Ante los acontecimientos relacionados con el futuro de la Alcaldía de Talcahuano, el Movimiento Ciudadano por la Mayoría, red ciudadana constituida el pasado 4 de septiembre, integrada por representantes de diversas organizaciones sociales, gremiales, deportivas, pesqueras y sindicales del puerto, encabezadas por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos y de Adultos Mayores; por el Sindicato de Huachipato, la Asociación de Pescadores Artesanales de la Región; la Federación de Trabajadores Portuarios; además de Juntas de Vecinos de la comuna realizarán mañana miércoles 13 de septiembre a las 11:00 horas, una conferencia de prensa en el Club Talcahuano- ubicado en Colón 446 de la Comuna- donde harán un llamado a los porteños a decidir, opinar y participar ante la eventualidad de una elección anticipada del concejal que podría suceder al alcalde Leocán Portus.

Para lo anterior, es que inclusive están dispuestos a promover una consulta ciudadana que sea vinculante en el proceso de votación y elección, donde el eje central en la toma de la decisión sean los ciudadanos y las ciudadanas de Talcahuano.

Además, los convocantes invitarán a todas las organizaciones sociales a sumarse a este Movimiento Ciudadano Por La Mayoría, por cuanto la organización, reflexión y acción, les permitirán hacer sentir su opinión, no sólo entre las autoridades comunales, sino también regionales y nacionales.

Chile: tres décadas como ejemplo regional de las políticas imperiales

El golpe militar en Chile, el 11 de septiembre de 1973, se configuró como la primera experiencia represiva en el Cono Sur, con la clara intención de llevar adelante un exterminio sistemático de cualquier oposición política que pusiera en duda la hegemonía de los Estados Unidos en la región. Hoy, es el modelo político ideal de quienes levantan la bandera del consenso y la unidad nacional encubriendo las desigualdades sociales con discursos de tolerancia e integración. Aquel 11 de Septiembre, el General Augusto Pinochet, comandante de las fuerzas armadas, ponía a rodar en Chile los planes concebidos desde el corazón mismo de los Estados Unidos en acuerdo con los sectores de poder locales.Ese día, las fuerzas armadas, como representantes y parte de los sectores oligárquicos, derrocaron al gobierno constitucional. La gestión encabezada por Salvador Allende fue el primer intento de la construcción del socialismo a través de las elecciones democráticas y había reanudado la relación con la bloqueada Cuba y demás países socialistas. Durante los mil días de gobierno de la Unidad Popular se avanzó en la reforma agraria, en la nacionalización del cobre y de la banca privada, en la creación de la denominada área de propiedad social, que implicaba la adquisición por parte del Estado de las 100 empresas más importantes del país, entre otras medidas.El golpe de Estado orquestado por el entonces presidente estadounidense, Richards C. Nixon, junto al halcón Henry Kissinger, fue el primero de una serie de alzamientos militares que se extendería a toda Latinoamérica. El golpe en Chile resultó una experiencia de avanzada, desde donde, una vez consolidado el régimen de facto, propagar la doctrina de seguridad nacional hacia todo el continente. Esta doctrina encontró en el país trasandino la probeta donde ensayar la sistematización del secuestro y desaparición de personas como plan resolutivo de la disputa política a nivel regional. El gobierno republicano de Estados Unidos no podía permitir perder el control en el sur y centro del continente ante el surgimiento de alternativas populares con capacidad de disputar poder a los sectores hegemónicos. Los golpes militares garantizaron, además, la implementación de un nuevo modelo productivo en toda la región. Los que hasta ese momento eran países con un importante desarrollo industrial, modificaron su patrón productivo, retornando al rol clásico de los países periféricos. Bajo el lema de abrirse a nuevas inversiones, se fueron consolidando nuevamente la exportación de materias primas y la importación de bienes de consumo, lo que generó una inmediata reducción de los salarios reales y por lo tanto una creciente marginalidad social. Chile como experimento democráticoContrariamente a lo que conciben muchos sectores políticos en Argentina y en el continente, el caso chileno puede demostrar el error de concebir de manera homogénea la orientación política surgida una vez agotado el modelo neoliberal en nuestra región. El vecino país puede analizarse como un modelo consolidado tras años de experimentación política basada en la tolerancia y el diálogo entre diversas fuerzas políticas.El actual gobierno de Michelle Bachelet, heredero de la también “socialista” administración de Julio Lagos, ganó las elecciones a partir de una fuerte campaña en la que exaltaban la pertenencia de varios de sus principales figuras, incluso la actual presidente, a formaciones política ilegalizadas o perseguidas por la dictadura militar. Otro de los ejes de la campaña fue la continuidad de la concertación de todas las fuerzas políticas encabezada por su antecesor. Esta política, que implica el consenso entre sectores políticos hasta hace poco supuestamente antagónicos, es el camino que hoy promueve Washington para el Cono Sur, ante el peligro de gobiernos progresivos y con posibilidades reales de cambio como es el caso de la Venezuela.En este sentido, se puede observar que al día de hoy no se han registrado importantes cambios en la política exterior chilena, ya que mantiene una alianza estratégica con Estados Unidos. Echando una mirada hacia la política interior, tampoco se ve demasiado compromiso para generar cambios en las condiciones generales de la población.Desde la asunción de Bachelet, el conflicto social se ha ido regenerando en diversos sectores. Sin solución para el reclamo estudiantil de democratización de la educación, se inclinó más por la detención compulsiva de “pingüinos” que por abrir canales de diálogo válidos y sostenidos. En las últimas semanas se han registrado un centenar de detenciones tras enfrentamientos entre las fuerzas represivas del Estado y los pobladores de los barrios periféricos de Santiago. Estos vienen reclamando mejoras edilicias de los asentamientos, pavimentación, el acceso al sistema sanitario, entre otras reivindicaciones. También esta última semana se realizaron manifestaciones y huelgas de diferentes sectores de los trabajadores públicos, como profesores, enfermeros, etc, en reclamo de mejores salarios.Con respecto a la política de derechos humanos, por un lado el gobierno se proclama víctima del terrorismo de Estado pero hace la vista gorda, cuando no promueve, a las constantes persecuciones, detenciones y torturas al pueblo mapuche en el sur de país. En relación a este tema tampoco ha habido grandes avances en el plano institucional ya que pareciera que la cadena de responsabilidades comienza y termina en la figura de Augusto Pinochet.Al cumplirse 33 años del derrocamiento de Salvador Allende, se extiende el clima de agitación. En el correr de la semana pasada, solamente en Santiago se produjeron ataques incendiarios contra bancos de intereses norteamericanos, iglesias castrenses y diferentes símbolos pinochetistas, que presagian una semana caliente.

Las continuidades de los 11 de septiembre

La caída de las torres gemelas en Estados Unidos, el 11 de septiembre de 2001, marcó un punto de no retorno en el mundo. No sólo por el lógico impacto y las consecuencias trágicas y paralizadoras que tuvo para elpueblo norteamericano, sino también, y con una mayor intensidad, para la profundización de una política exterior ofensiva de Estados Unidos hacia Medio Oriente y América latina, signada por la guerra y la intervención "preventiva". Hace pocos días el presidente de Estados Unidos, George Bush, afirmó que "la guerra contra el terrorismo es la lucha ideológica decisiva del siglo XXI y sólo estamos en la etapa inicial", lo que indica que el discurso sobre la democracia y la libertad y contra el "terrorismo" religioso islámico va a seguir siendo su sostén principal para impulsar políticas de saqueo y genocidio en América y Medio Oriente. Los resultados generan preocupación. Más de 40 mil muertos en Irak y alrededor de 30 mil en campañas antiterroristas de EEUU o sus aliados en diferentes países, la guerra en Irak, la activa complicidad yparticipación en el conflicto en Medio Oriente, la instalación de una nueva reglamentación, políticas y adquisición de armas con el argumento del peligro terrorista, al igual que la reciente admisión de la CIA del funcionamiento de cárceles clandestinas en el exterior, para desarrollar "técnicas especiales de interrogatorio" a los supuestos terroristas. Otro 11 de septiembre, el de 1973, por entonces con el argumento de la amenaza comunista, dos admirados antecesores en el ejercicio republicano del poder en Washington, Richard Nixon y Henry Kissinger, apoyaban a los militares chilenos encabezados por Augusto Pinochet para derrocar el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende y les enseñaban "técnicas especiales" en cárceles improvisadas en el Estadio Nacional de Santiago. También entonces mataron de a miles. Si ayer fue el apoyo y la complicidad con las dictaduras militares, hoy, desde Bush y el poder económico y militar de Estados Unidos, se pretende encubrir las necesidades económicas norteamericanas y la apropiación de los recursos naturales de otras tierras con un discurso justificatorio basado en la democracia, aún cuando sólo encierra políticas de dominación del imperio y de violencia ejercida desde el más poderoso aparato de coerción del mundo. En el caso de los hidrocarburos, Estados Unidos, como mayor consumidor mundial de petróleo, depende fuertemente de otros países para satisfacer su demanda. Al hacer un mapa de los países productores de pétroleo se puede delinear claramente el “eje del mal” y los países con relaciones estrechas con Estados Unidos. Las dos terceras partes del petróleo mundial están en el Golfo Pérsico, Arabia Saudí se sitúa al frente de las mayores reservas de petróleo del mundo, seguida de Irán, Irak y Kuwait y dentro de los países latinoamericanos Venezuela y Colombia son los mayores productores. La amenaza de la suba del precio del petróleo preocupa a Bush, al punto que se declaró "adicto al petróleo".En ese sentido, la prioridad de la política de seguridad estadounidense en Latinoamérica se vuelve Colombia, donde con el discurso de la alianza entre terrorismo y narcotráfico, Washington sostuvo económicamente el "Plan Colombia". Las partidas de dólares estadounidense en función de ese plan ha alcanzado los 4.500 millones en los ultimos 6 años. El discurso de la democracia le sirvió al gobierno norteamericano para oponerse y tomar medidas contra los gobiernos de Venezuela y Cuba. Las acusaciones de totalitarismo, dictaduras e incorporación de estos países en el llamado "eje del mal", le dieron impulso para financiar a la oposición golpista en Venezuela y dar partidas mayores de dinero a los cubanos que viven en Miami.En el Cono Sur, Estados Unidos logró militarizar territorios en Paraguay y, en este último mes, tras varios años de insistencia, consiguió introducir una estructura militar y de inteligencia para trabajar en la zona de la Triple Frontera (donde convergen las ciudades de Puerto Iguazú, de Argentina; Foz do Iguazú, de Brasil, y Ciudad del Este, de Paraguay) con el argumento de que es un foco de movimientos islámicos extremistas y de células terroristas, y de que la comunidad comercial libanesa de Ciudad del Este financia al terrorismo. Acusaciones, desde luego, nunca probadas. La excusa encubre otros intereses estratégicos norteamericanos. Desde la Triple Frontera se pueden aplicar controles "antiterroristas" a los procesos de protesta social y política que podrían profundizarse en América latina. Relativamente cerca se ubica la zona del Amazonas, donde desembocan más de l0.000 afluentes fluviales, y donde hay más de 125 mil especies de plantas, una gran diversidad de fauna, además de cerca del 50 por ciento de los bosques tropicales del mundo y la quinta parte del total de agua dulce con que cuenta el planeta.