Cientos de personas se han acercado hasta la Escuela Militar para dar el último adiós a Augusto Pinochet antes de que sea enterrado mañana.El cadáver del ex militar ha sido vestido con el traje de gala del Ejército. Dos de sus hijas, Lucía y Jacqueline, reciben, en nombre de la familia, el pésame por el fallecimiento de su padre.

El lugar ya ha sido visitado por los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y Carabineros, quienes asistieron al primero de los cuatro responsos fúnebres que se han planificado para hoy. La ceremonia ha estado encabezada por el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quien hizo un llamamiento para que "la serenidad inunde el corazón de los que se manifiestan con pasión".
Por su parte, el hijo menor del ex gobernante, Marco Antonio, afirmó hoy que "por respeto" a su f

"No quiero actos hipócritas", comentó Marco Antonio Pinochet, tras rechazar que La Moneda le haya denegado a su padre un funeral con honores de Estado, lo que atribuyó "a la miseria humana", al igualque las celebraciones de quienes ayer festejaron la muerte del ex militar.
A su juicio, el general (R) sí merecía esos honores, "porque se entregó por este país y lo sacó de un caos tremendo". Además, relató que, poco antes de morir, su padre estaba bien y contento, porque justo ayer se celebraba el cumpleaños de su madre, Lucía Hiriart, quien cumplió 84 años. Marco Antonio Pinochet aseguró que su padre estaba preparado espiritualmente para su muerte.

El cuerpo de Pinochet será incinerado mañana y sus restos serán entregados en un ánfora a su familia, en una ceremonia estrictamente privada.